Como habrás podido comprobar, la tecnología forma parte de nuestro día a día, siendo un canal de comunicación, una herramienta de automatización de procesos y, sobre todo, convirtiéndose en un medio imprescindible. 

No sabemos si es por la conocida obsolescencia programada, pero lo que sí está claro es que las aplicaciones que usamos cada vez nos requieren unos equipos más potentes y con funcionalidades más avanzadas. 

Si el parque informático de tu empresa se está quedando desactualizado, necesitas ampliarlo o necesitas adaptarlo a nuevos entornos, el renting tecnológico es la mejor opción. Esta solución financiera permite a las empresas deducirse el impuesto de sociedades y desgravarse el IVA  de  la cuota fija mensual. 

La ventaja del renting tecnológico es que cuenta como alquiler y no como adquisición de bienes, por lo que  se registra como un gasto externo. Esto significa que no son activos de la empresa y, por lo tanto, no afecta al pasivo del balance. 

¿Quién puede optar a esta opción financiera? 

La solicitud está al alcance de cualquier tipo de empresa, independientemente de su actividad, sin restricción de dimensión, actividad o localización geográfica y no implica ninguna inversión inicial. 

¿Consideraciones antes de hacer un renting tecnológico? 

Lo primero que se debe hacer es analizar los equipos que realmente hacen falta renovar o adquirir y qué requisitos mínimos han de tener para que cumplan el propósito al que se les va a destinar. En este paso es fundamental estar muy bien asesorado por tu Partner tecnológico. 

Otra cuestión es el presupuesto disponible, ya que conllevará un pago mensual o trimestral recurrente, al cual se debe hacer frente. Las condiciones del contrato deben ser claras y, ante cualquier duda, será recomendable preguntar.  Existen empresas específicas que realizan este tipo financiación, requiere de un estudio previo. 

¿Qué equipos se consideran dentro de un parque tecnológico? 

Un amplio conjunto de equipos informáticos se consideran incluídos, desde portátiles y ordenadores de mesa, pasando por tablets, servidores, material de almacenamiento de datos o incluso equipos de red.